¡Hola hola hola!
Pues si, el tiempo en Eastbourne pasó volando y en un abrir y cerrar de ojos volvíamos a estar en Londres para despedirnos de la ciudad. Hemos pasado casi 4 semanas con un maravillosos tiempo soleado pero el sábado el famoso “tiempo británico” quiso acompañarnos en esta despedida pero no pudo pararnos.
Después de un buen rato de bus, llegamos al British Museum donde tuvimos suficiente tiempo para descubrirlo y empaparnos de historia. Cansados y hambrientos fuimos a reponer pilas en Covent Garden y, preparados otra vez para la acción, volvimos a la carga por la zona de Picadilly, Carnaby y Oxford Street para llenarnos la mochila de compras. Si, llovió pero como os hemos dicho ni el tiempo pudo pararnos.
El domingo, día libre, dormimos hasta tarde y, después de comer, nos pusimos rumbo a la bolera para echar una partida bolos. Para algunos de nuestros chicos era la primera vez, para otros fue recordar viejos tiempos y para algunos se ve que los bolos forman parte de su vida pero que risas nos echamos. Nos lo pasamos genial, daba igual si ganar o perder porqué la diversión estaba asegurada.
Pero el lunes llego, último día de clases y actividades. Daba mucha pena despedirse de todos nuestros activity leaders, profesores y compañeros pero con una sonrisa les dijimos adiós y disfrutamos de nuestro ultimo día en el campus. Además, esa noche, había Talent Show y nuestros Miquels salieron a darlo todo junto a nuestro amigo checo Simon y Greg, uno de sus monitores favoritos.
Preparados para volar, el martes nos reunimos temprano en el colegio y, después de revisar maletas, ver algunos vídeos divertidos y de despedirnos del pueblo, nos fuimos hacia al aeropuerto. Próximo destino: Barcelona.
Y entre abrazos y sonrisas nuestros chicos saludaron a sus padres al salir de la terminal. Aunque su viaje había acabado pero ellos, prometieron seguir en contacto y verse siempre que pudieran porqué esto es lo que pasa siempre: gente con la que el primer día te daba vergüenza hablar, termina siendo parte de tu familia.
Pero pase lo que pase, chicos, recordad siempre esto: Eastbourne ha sido y será siempre nuestro hogar. Lugar donde todos hemos aprendido, crecido y divertido.
Muchas gracias por estas 2, 3 y 4 semanas llenas de risas y momentos únicos. Se os echará de menos. ¡Y a hora a ponerse morenos, a comer jamón e ir a la playa!
¡Un beso enorme y os queremos! ¡Hasta la próxima!