El pasado domigo cogimos nuestras mochilas y nos embarcamos en nuestra primera visita fuera de Dublín city. Nuestro destino no estaba cerca, viajamos durante una hora y media pero desde luego que el tiempo invertido en llegar, valió la pena.
Solo entrar en la pequeña ciudad de Kilkenny, un imponente y precioso castillo nos dio la bienvenida. Ger, nuestra monitora del MLI nos explicó que allí había vivido una familia que cayó en bancarrota y después de vender todo su mobiliario y pertenencias, les vendió el castillo a los habitantes de la ciudad por sólo £50. Éstos, agradecidos con la familia y con el buen negocio, conservan el edificio y lo exhiben a todo aquel que visita la ciudad.
Después callejeamos avenidas, callejuelas o pasajes y realmente nos sentimos como si estuviéramos viviendo en un cuento medieval. Además, este lugar cuenta con unos jardines muy bonitos donde todos disfrutamos de hacernos unas fotos preciosas.
Justo antes de comer, visitamos la Catedral. No solo nos sentamos a contemplar la arquitectura del edificio, también observamos la maqueta de la ciudad o jugamos a algunas propuestas que había en una exposición temporal a la entrada de la catedral.
Finalmente, tuvimos tiempo libre para pasear a nuestro antojo o ir de compras a «Penneys», después volvimos a los jardines del castillo y nos relajamos escuchando música en vivo y tomando un delicioso batido de chocolate. A pesar de acabar agotad@s, nos lo pasamos genial y nos encantó esta pequeña ciudad también llamada «The Marble City».