En estos días calurosos en las islas británicas una buena opción para el visitante de Londres es pasear por el carril bici y peatonal que une el alternativo barrio de Candem hasta el lago de Little Venice (al norte de Paddington) que fue bautizado así por el poeta Robert Browning que vivió en sus orillas en el siglo XIX. Se puede completar el recorrido a pie o también en barcos (boats), la versión británica de las góndolas venecianas.
En las orillas del canal se pueden encontrar locales en «botes tuneados» como el Waterside o Emily Café. Muchas de las casas construïdas a lo largo del canal son de estilo de la regencia, perteneciente a los 30 primeros años del siglo XIX. Recuerdan a la arquitectura neoclásica con toques orientales y medievales. Algunos de los rasgos característicos son decoraciones de estuco, ventanas panorámicas, balcones y columnas griegas. Estas casas, ocupadas por la élite londinense, contrastan con la humildad de los peones y navegantes que trabajaban en el canal.
La raíz histórica de la regencia que da nombre al Regent’s Canal, Regent’s Park y Regent’s Street, nos lleva al Príncipe Regente (futuro Jorge IV) que encargó al arquitecto John Nash una ruta que uniera su residencia (Carlton House) con el recién inaugurado Regent’s Park. Se trataba de la Regent’s Street, una de las principales arterías de la cosmopolita ciudad que hoy es un referente en comercios de lujo y casi de visita obligada.
