Fin de semana frenético en Carlingford

CARLINGFORD CAMP

¡Hola a tod@s!

Fin de semana frenético el que hemos vivido los chicos y yo, os cuento:

El viernes después de clase, para empezar a saborear el fin de semana, jugamos un torneo de vóley que acabó de rematar el cansancio que llevábamos acumulado de toda la semana. Por la noche no había quien se aguantase, y quien todavía tuviera fuerzas sabía que tenía que reservarlas para el día siguiente ya que nos esperaba la capital irlandesa: ¡Dublín!

Viaje plácido desde Carlingford en el que algunos aprovecharon para echar alguna que otra cabezada en el autobús (ya os digo que vamos al límite). Una vez en Dublín visitamos “Dublinia”, un museo que explica la historia de la ciudad a la que acabábamos de llegar. Los chicos se empaparon de cultura viquinga y medieval antes de asaltar las calles para hacer sus tan ansiadas compras. Desde el museo dimos una pequeña vuelta todos juntos y vimos el City Hall, Temple Bar, la estatua de Molly Malone y el Trinity College, entre otras muchas cosas. Como era de esperar la caminata acabó en el centro comercial Stephen Green donde los chicos iniciaron su jornada de compras. Las tiendas de Grafton Street dieron bastante de sí y si no, cuando veáis las fotos, ¡fijaos en la cantidad de bolsas que cargaban a la vuelta…! Al volver a Carlingford: cenita y noche de descanso que ya tocaba. Los chicos aprovecharon para charlar o jugar a cartas en la sala común y relajarse de cara al domingo que, contra todo pronóstico, iba a ser uno de los días más cansados de lo que llevamos de estancia.

Lo que hicimos el domingo se llama: “Adventure Laser”. Personalmente me atrevería a decir que fue una de las experiencias más divertidas y apasionantes que he hecho en mucho tiempo. Os explico: Dos equipos parten equipados con las armas láser y los sensores cada uno de un lado de una montaña y tienen que encontrarse para eliminar al equipo rival. Obviamente el primero en llegar a la cima tendrá mucho ganado ya que podrá ver todos los movimientos del equipo rival pero la pericia de cada uno para esconderse entre los matorrales o hacer puntería desde largas distancias serán los factores más decisivos en combate. Cabe destacar que el frío y la llovizna hicieron todavía más épica la batalla y que las vistas de las que hemos gozado desde lo alto de la montaña eran impresionantes, creo que nunca me cansaré de escribir lo bonito que es el sitio en el que estamos. La aventura nos llevó todo el día así que volvimos al centro a cenar, darnos una buena ducha con agua caliente, relajarnos y descansar porque hoy volvía la loca rutina de Carlingford.

Por primera vez en lo que llevamos de estancia hemos tenido clases por la mañana. Por la tarde hemos hecho tiro con arco, laberinto a oscuras y una de las actividades que está en boca de todos: “zorbing”, una bola hinchable en la que te metes y una vez atado dejas que lancen valle abajo, muy divertido para los que se han atrevido a montarse, os lo puedo asegurar.

Los chicos de dos semanas ya han pasado el ecuador de su estancia y no paran de insistir en lo rápido que está yendo todo, ya se sabe que cuando disfrutas, ¡el tiempo vuela!
Saludos

Quique

2 comments

  1. avatarMª Luz Faya

    Hola Quique,

    Ya veo que os lo estáis pasando genial; a mi también me gustaría estar allí ahora…..bueno, ya os queda poquito, aprovechar a tope!!!!

    Un abrazo desde Barcelona.

    Mª Luz

  2. avatarELI

    Hola Quique, me encantan tus relatos. Desde españa nos imaginamos y envidiamos lo que disfrutan nuestros hijos. La verdad es que dan ganas de retroceder en el tiempo y poderlo saborear ccomo ellos.

    Sigue igual, disfrutamos contigo,

    Una abrazo,

    Eli

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