Hola a todos/as!
El viaje sigue su marcha, todos estamos bien pasándolo en grande. Estos últimos días han sido un sin parar de actividades:
El miércoles pasado fue 4th of July, the Independence Day. Se podían ver por todas partes banderas americanas (más de las habituales, ¡que ya es decir!): en coches, casas, porches, calles, camisetas, etc. Cada uno de nosotros pasó el día con su respectiva Host Family. Es día de desfiladas, excursiones y barbacoas – cada uno lo disfrutó a la manera de su familia americana. Al anochecer (hacia las 9 p.m.) muchos nos encontramos para ver el castillo de fuegos en la población de Livingston, donde muchos estamos hospedados. En un gran campo de césped – donde cada grupo había montado su tenderete con sillas, radios, neveras, etc. – una serie de cantantes amenizaron la espera con canciones clásicas de Broadway. En cuanto anocheció, con la acostumbrada puntualidad norteamericana, empezó el castillo de fuegos. Creo que ninguno de nosotros esperaba ni por asomo unos fuegos de tal magnitud, quedamos impresionados. Fue más de media hora de estruendos, luz y color. De esta manera el 4th of July – el primero para muchos de nosotros – no podía acabar de mejor manera.
Al día siguiente, aunque estaba programado de inicio quedarnos en casa, decidimos hacer algunas actividades para no tener que permanecer en casa esperando que las familias volvieran del trabajo. Bien temprano, a les 9 de la mañana, fuimos a visitar el Livingston Fire Station. El sub-jefe de los bomberos en Livingston nos explicó detalladamente cómo actúan, el material y vehículos que usan, las precauciones que debemos tomar para evitar incendios y como proceder en caso de incendio. Una vez terminada la instructiva visita pasamos unas horas en un gimnasio con piscina (YMCA). Allí jugamos al baloncesto y nos bañamos esperando que no vinieran a recoger las familias. Parece mentira, pero ¡ya hacía una semana que estábamos en Nueva Jersey!
En este maratón de actividades el viernes fue día de playa. Fuimos a la famosa playa de Seasight Heights, a una hora y media en bus de Livingston. El día fue soleado y caluroso, y aunque pasamos allí muchas horas, no fue fácil aburrirse. Quien sólo quisiera arena y sol la tendría sin problema, pero los más inquietos se pudieron pasear sin parar por el boardwalk (paseo marítimo de madera), repleto de atracciones de feria, tiendas y sitios para comer.
Hace un tiempo esta playa se ha hecho especialmente conocida por ser el escenario donde suceden las aventuras de los malotes del programa Jersey Shore de la MTV. Nos guste o no el programa la curiosidad nos pudo a unos cuantos y fuimos a ver la tienda donde representa que trabajan los protagonistas y la casa donde viven, que está justo detrás.
Después de dos días y medio intensos, apetece pasar el fin de semana en familia, aunque creo que en pocos casos está siendo de descanso, ¡la actividad no cesa en USA!
Mañana lunes nos explicaremos los fines de semana en familia de camino a Nueva York, ¡Próxima parada: Downtown!
