Hola!
Ayer algunos de nosotros fuimos a la playa de Ocean City con Melissa y otras madres. Hacía un día fantástico y nos divertimos muchísimo, aunque al principio nos dijeron que a veces había delfines, tiburones y otros grandes peces… no nos comentaron que se veían en alta mar y no en la orilla. Por lo tanto, nuestra imaginación de mediterráneos miedicas nos hizo ser demasiado prudentes y acercarnos al agua sin llegar a entrar en ella hasta que nos dimos cuenta que todo el mundo se bañaba y no pasaba nada. Entonces, nos relajamos y animamos a bañarnos. De hecho, ¡el agua estaba genial! 😉
Tuvimos tiempo de bañarnos múltiples veces, tomar el sol, charlar, comer alguna cosa y, sobretodo, reir mucho. La playa era enorme (tipo la de Gavà y Castelldefels con mucha arena fina), con muchos hoteles y estaba llenísima de gente, ya que Ocean City es un lugar turístico donde muchos americanos pasan sus vacaciones.
Mientras estábamos en la playa alguien encontró en la arena un cangrejo extrañísimo que vive en alta mar y que, seguramente, alguna corriente había acercado a la orilla. No sólo llamó nuestra atención sino también la del resto de los bañistas. Parecía un casco militar de la II Guerra Mundial: ¡un especimen raro, raro, raro!
Por la tarde, nos llevaron a un partido de Baseball profesional de la Liga B. Jugaba el equipo local, Los Maryland Shorebirds, contra uno visitante, Los West Virginia Power. Nuestro equipo ganó 7-3: ¡Hurra por los Shorebirds!;-)
Pudimos constatar que este deporte es difícil de entender y un poco aburrido, pero encontramos mil y una maneras de divertirnos. Había un locutor-animador que junto con la mascota del equipo y sus bailarinas acompañantes lograron amenizarnos el juego con música, coreografias y juegos. El estadio estaba repleto de gente y había mucho ambiente.
Después del partido hubieron fuegos artificiales para celebrar el 4th of July, el día en que los americanos consiguieron la independencia de la Corona Inglesa en pleno siglo XVIII.
¡Realmente ayer fue un gran día!